lunes, 19 de diciembre de 2011

Crítica: Bunbury, 'Licenciado Cantinas', Blanco y Negro

DESDE SU ‘EXILIO’ EN LOS ÁNGELES, BUNBURY RASTREA LAS RAÍCES MUSICALES DEL CONTINENTE EN UN GRAN ÁLBUM DE VERSIONES. POR CÉSAR LUQUERO El influjo de la canción latinoamericana se ha hecho notar en la obra de Bunbury prácticamente desde el principio, de forma explícita –las versiones incluidas en Pequeño cabaret ambulante (2000)– o por vía de la asimilación. Quince años después de iniciar andadura en solitario, el aragonés rinde particular pleitesía a tan vastísima tradición, aunque preservando la caligrafía rock que domina todo su trabajo. Secundado por Los Santos Inocentes –banda versátil a la que se suman, puntual y eficazmente, músicos como el acordeonista Flaco Jiménez, el armonicista Charlie Musselwhite o el cantante y guitarrista Elíades Ochoa–, Bunbury se apropia de 15 composiciones ajenas, reivindicando una figura –la del intérprete– que no siempre obtiene los laureles que merece. Planteado con ánimo conceptual –acompañamos al personaje que da título al álbum en sus idas y venidas por el continente, desde Mar del Plata hasta el Río Bravo, con incursión caribeña incluida–, Licenciado Cantinas recurre a géneros como el vals peruano, el tango, la salsa nuyorican, el bolero o el tex-mex. Incorpora instrumentos habituales en dichos estilos –impresiona el trabajo de percusión desplegado durante estos 60 minutos–, pero sin perder el norte eléctrico: giran los amplificadores Leslies, crujen las válvulas, bailan las lengüetas, hasta se cuela un teclado Roland 808. Resulta complicado entresacar un repertorio tan brillante, pero conviene destacar el virado casi blaxploitation de la tremenda Chacarera de un triste, el magma ácido en que termina sumergiéndose Licenciado (El Mulato), la valentía con que Bunbury afronta El día de mi suerte –inevitable acordarse de Fabulosos Cadillacs– o el escalofrío que recorre los 5,30 minutos de El cielo está dentro de mí, original de todo un icono de la canción panamericana –Atahualpa Yupanqui– e inmejorable corolario a este disco esclarecedor.

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